EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE, UNA CUESTIÓN ÉTICA
Ataretaco, desde su fundación, se ha preocupado de diversas maneras del cuidado del medio ambiente aplicando los principios que actualmente recoge la teoría del decrecimiento, favoreciendo una ética ecológica en su funcionamiento interno y en sus planteamientos educativos.
Nuestras sociedades siguen el modelo económico del crecimiento continuo que recorre toda la sociedad en sus ejes fundamentales y conforma su estilo de vida. La base del modelo es la depredación de la naturaleza que no sólo no produce desarrollo humano, sino que más bien se da a costa de éste.
Se hace necesario un replanteamiento ético sobre la forma en que nos concebimos en relación con el mundo que nos rodea, cambiar el paradigma utilitarista y antropocéntrico por el paradigma ecocéntrico, único que nos pondrá en la dirección de un futuro sostenible. Y la ética de un planeta sostenible es una ética del cuidado.
Además, en el horizonte de toda la actividad de Ataretaco, están presentes las otras 5 ERRES que completan el círculo virtuoso del decrecimiento: REVALUAR (revisar nuestros valores); RECONCEPTUALIZAR (modificar la visión de la realidad evidenciando en el modelo de crecimiento las causas de la pobreza injusta); REESTRUCTURAR (adaptar la estructura y las relaciones a los valores que hacen posible una economía social y solidaria); REDISTRIBUIR (favoreciendo, mediante la Formación y el Empleo, el acceso igual de todas las personas a los recursos necesarios para una vida digna) y RELOCALIZAR (favorecer en lo posible la autosuficiencia local).
Hay poderosas razonas para seguirlo intentando. La Tierra, el único planeta que tenemos los seres humanos para vivir, es un sistema de sistemas y un superorganismo de complejos equilibrios, tejido a lo largo de millones de años. Su futuro y el de la humanidad dependen de las condiciones ambientales y ecológicas.
Nuestras sociedades siguen el patrón económico del crecimiento continuo que recorre toda la sociedad en sus ejes fundamentales y conforma su modelo de vida. El patrón normativo es la tasa de crecimiento verificada por el Mercado.
Debemos ser consciente de que el actual es un modelo ciego y sordo a sus propios efectos: se abre una brecha entre países industrializados y no industrializados; se transforma la organización del trabajo; se produce una considerable sustitución del trabajo humano y se fuerza un aumento ilimitado del consumo sin el cual el sistema no funcionaría.
El mito del crecimiento ilimitado, presupone que nos movemos entre dos infinitos: el de los recursos naturales y el del progreso en dirección al futuro. Pero estos dos infinitos son ilusorios. Los recursos naturales son limitados y no renovables y el actual tipo de progreso no es universalizable porque destruiría la Tierra o gran parte de ella.
El modelo del crecimiento continuo existe porque las sociedades han optado por él, lo han elegido. Pero la historia es fruto de la libertad humana y el modelo de desarrollo existente en un momento dado, también lo es. Somos seres libres, y como tales, éticos, capaces tanto de cuidar la naturaleza como de herirla y destruirla.
La ética dominante en nuestras sociedades es utilitarista y antropocéntrica, según la cual las demás personas, los otros pueblos y la naturaleza están ahí para satisfacer deseos individuales. Esta actitud básica conduce a la violencia hacia las personas y haciala naturaleza. Yes en esta ética en la que hemos sido educados/as.
Se vive éticamente cuando se renuncia a estar sobre las demás personas para estar junto a ellas y cuando se es capaz de entender las exigencias del equilibrio ecológico y, en su nombre, se ponen límites a los propios deseos.
Uno de los principios para la sostenibilidad, establecidos por Naciones Unidas en 1991 consiste en “modificar actitudes y prácticas personales” por lo que algún autor ha dicho que para cuidar el Planeta, toda la ciudadanía tendría que pasar por una alfabetización ecológica que nos permita desarrollar esa ética del cuidado.
A efectos prácticos, la teoría del decrecimiento aporta criterios de actuación que contribuyen a establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos.
Entre tanto se va construyendo una sociedad alternativa –otro mundo es posible- merece la pena ir avanzando en el círculo virtuoso de los 8 pilares que propone la teoría del decrecimiento.