Fernando Ruiz Carrero es miembro del Consejo de Fundadoras y Fundadores de Ataretaco. Siempre ha estado disponible para colaborar con la Fundación, colaboración que se hizo más regular y estable cuando hace 10 años se jubiló de su actividad como Maestro.

Desde entonces, Fernando ha prestado un servicio inestimable como profesor de español para extranjeros dentro del programa Tarquí de personas migrantes, que se lleva a cabo Ataretaco desde hace muchos años gracias al voluntariado.

Ahora Fernando se ha despedido como docente de español. ¡Son ya tantos años dando clase¡ Pero no le ha abandonado su entusiasmo por el  voluntariado y se está animando para iniciarse en la colaboración relacionada con la agricultura ecológica en la finca de Ataretaco en El Tablero.

No espera ningún reconocimiento por su trabajo como voluntario, obviamente, porque sabe que el voluntariado es gratuidad y ha dado gratis mucho tiempo de trabajo y dedicación a las personas migrantes siempre con la alegría y buen humor que le caracterizan.

Sin embargo, la Fundación se lo agradece y, aunque de forma modesta, quiere hacer público este agradecimiento porque creemos, y así lo expresamos en el Estatuto de Ataretaco-voluntariado, que  la acción voluntaria organizada es parte consustancial de sus actuaciones

[de la Fundación] a favor de la satisfacción del interés comunitario. El voluntariado, en su calidad de fuerza creativa y mediadora, puede complementar, ampliar y mejorar iniciativas de la Fundación que contribuyan a resolver los problemas sociales y de medio ambiente, con el fin de alcanzar una mayor y más equitativa calidad de vida colectiva en el horizonte de una sociedad más justa y más humana.

Gracias, Fernando por haber contribuido a la integración de tantas personas migrantes que han aprendido contigo a manejarse en una lengua imprescindible para ellas. Y gracias por seguir en la brecha.